Día a día, 25 pasos que pueden llevarnos a la verdadera Navidad: Jesús Naciendo en nuestros corazones

martes

No quiero la Navidad... si viene como siempre


Se acabó noviembre. Mañana empieza diciembre, el último mes del año, y con él vuelven las fiestas de Navidad y Año nuevo, fiestas tan importante para nosotros. Adornaremos las casa con motivos especiales que sólo se usan para estos días, pondremos en un rincón un arbolito (de plástico o de verdad) con girnaldas, bolitas de colores y algunas luces. O pondemos un nacimiento, con sus figuritas en medio de un paisaje bien adornado. Por todas partes tiene que haber figuras de colores, Lo mismo harán en todas las casa, y también en las tiendas, y en las calles, con una música especial típica de estos días que suena por todas partes. Y nos prepararemos para una gran cantidad de fiestas familiares, con grandes comidas y reuniones larguísimas...


Lo malo es que todos los años, cuando pasan estas fiestas, nos deja una sensación como de vacío. ¿Para qué ha servido todo esto? ¿he vivido algo verdaderamente especial en este año ? ¿porqué todo este gasto y celebración si mi vida sigue llena de oscuridades y problemas?


Por eso me pregunto: ¿Porqué? ¿Porqué todo este ambiente colectivo de NAVIDAD?


La respuesta la sabemos todos los cristianos: el 25 de diciembre celebramos el nacimiento de Jesús. Un nacimiento que trajo, decimos, la salvación y la paz. Por eso en estas fiestas intentamos que reine el amor, porque sabemos que ese es el mensaje de Jesús, y si creyéramos en él, nuestra vida y nuestra familia serían distintos.


Pero adornar y celebrar comidas no basta. No basta con adornar y cantar aguinaldos. Esperar que este año pase algo bonito porque sí, no basta. Si queremos que el 25 de diciembre sea navidad para nosotros, tenemos que prepararnos. Habrá que acercarse al acontecimiento del nacimiento de Jesús, como los pastores o los reyes magos. Habrá que salir de mis costumbres, ir a Belén, espiritualmente, para ponernos a los pies de ese niño recién nacido que nos contempla entre José y María.


Esta es la propuesta para nuestra comunidad educativa: VAMOS A BELÉN. Como dicen tantos cantos, con burrito sabanero, en piragua o en canoa, con mi tambor o mis regalos, vamos a acercarnos al nacimiento de Jesús. Como María y José, preparemos el nacimiento no en la casa, sino en el corazón. Nuestro compromiso.

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