Día a día, 25 pasos que pueden llevarnos a la verdadera Navidad: Jesús Naciendo en nuestros corazones

sábado

DÍA 24: Preparo mi corazón para recibir a alguien


“Esta noche es nochebuena, y mañana Navidad”. Las canciones navideñas reflejan con gran abundancia de imágenes la impaciencia cristiana que se apresta para ir -espiritualmente- a Belén. También nosotros nos sentimos llamados a culminar este largo viaje interior.

¿Qué nos ha enseñado este camino? Cada uno estamos viviendo algo distinto, pero hay algunos elementos comunes: sabemos por experiencia que Dios llega por su amor a todos los seres humanos. Pero sabemos también que debemos ir a su encuentro renovándonos. Y además hemos intuido que hay que oir a Belén para ver nacer al niño Dios, pero ese Belén donde se cantará el Gloria a Dios en las alturas no está excesivamente lejos...

¡Está en mi corazón!
En el corazón, en el mío sobre todo, pero también en el corazón de los demás, del prójimo que me encuentro y es sacramento de Cristo (especialmente el necesitado, Mt 25,31ss).
Y la paradoja es que cuanto más me comprometo en los caminos de la solidaridad y de la justicia, más en intimidad me siento con el Señor y más hondo estoy en el camino del corazón. Cuanto más me reconozco necesitado, más me descubro rico en misericordia.

Por eso hoy preparo el camino interior hacia el corazón cuidando los detalles, externos e internos. en el equilibrio que hemos cuidado estos días:
  • Una limpieza a la casa y confesarse antes de la Misa de Navidad.
  • Un momento de oración y una llamada a un familiar que está lejos.
  • Encender una vela ante el pesebre (¡sin peligro de incendio!) y cantar villancicos todos juntos ante él.
  • Preparar la presentación de la mesa del banquete de nochebuena y elaborar una bendición especial que imprimimos para leerla todos juntos.
Simples detalles que deben decir mucho de tu deseo de que Dios entre en tu corazón.
¡Y Feliz Navidad!