Día a día, 25 pasos que pueden llevarnos a la verdadera Navidad: Jesús Naciendo en nuestros corazones

domingo

DÍA 20: Gracias, la palabra mágica


Se lo explicamos a los niños y es verdad.
Es la palabra mágica.
¡Gracias!
Tan sencilla y con tanto poder para cambiar las relaciones. Para llevarnos, ¡mágicamente! del mundo de las obligaciones al mundo de la gratuidad.
De transformar una cola en el banco o el tumulto por subir al autobús en una instante de luz (mucho más si además de decir gracias me dedico a sembrar favores, ver día 9)
Cuando doy las gracias, estoy reconociendo el valor de algo que he recibido, y que va más allá de lo que me corresponde o he pagado. Pero, sobre todo, estoy reconociendo a la persona que me ha dado ese algo valioso. El vendedor ambulante que me vendió el periódico, la cajera del supermercado que pasó los productos y me cobró lo que costaban, el conductor desconocido que me cedió paso.
Al darles las gracias, los reconozco como personas humanas.

Eso nos lleva al trabajo de hoy. Lo que vamos a hacer es muy importante, de dimensiones cósmicas. Hoy vamos a dar las gracias a mucha gente. No por lo extraordinario, sino porque son personas que hacen lo correcto, como personas. Les digo gracias de corazón, y por un instante nos encontramos de persona a persona, una chispa mágica de vida. De esta manera, crear las gracias es crear momentos divinos.
¡Es hacer nacer estrellas de Belén!
No había que ir a buscarlas...
¡Están aquí, ante mí, a mi alcance!

Crea hoy, a tu alrededor, tu galaxia de estrellas de Belén.
¡Qué te diviertas!

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